La terapia asistida con animales ha demostrado ser una herramienta poderosa en el tratamiento de diversas condiciones emocionales y psicológicas. Aunque los perros suelen ser los protagonistas en este campo, los gatos también ofrecen beneficios terapéuticos significativos. Su naturaleza tranquila, su capacidad para detectar emociones humanas y su compañía silenciosa hacen que sean excelentes aliados en procesos terapéuticos.
Beneficios Emocionales de la Terapia con Gatos
Reducción del Estrés y la Ansiedad
El ronroneo de los gatos tiene un efecto calmante en los humanos. Estudios han demostrado que escuchar a un gato ronronear puede reducir la presión arterial y disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Mejora del Estado de Ánimo
La interacción con gatos puede aumentar la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores responsables del bienestar emocional. Las personas que sufren de depresión encuentran consuelo en el afecto no invasivo de los gatos.
Fomento de la Empatía y la Responsabilidad
Cuidar de un gato promueve la empatía, especialmente en niños o adolescentes con dificultades emocionales. La rutina de alimentación, higiene y juego fortalece la conexión emocional y desarrolla el sentido de responsabilidad.
Alivio de la Soledad
Los gatos ofrecen compañía constante, lo que puede ser crucial para personas mayores, personas con movilidad reducida o aquellos que viven solos. Su presencia silenciosa y afectuosa ayuda a mitigar sentimientos de aislamiento.
Casos Reales y Referencias
Caso 1: Terapia con Gatos en Residencias de Ancianos
Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (2021) evaluó los efectos de la convivencia con gatos en una residencia geriátrica. Los participantes mostraron una disminución del 35% en los síntomas de depresión leve, además de una mayor disposición a socializar con otros residentes. Las entrevistas realizadas a cuidadores también indican que los gatos ayudaron a reducir episodios de agitación y ansiedad.
Referencia: Martínez, L., & Gómez, R. (2021). *Impacto de la terapia felina en adultos mayores institucionalizados*. Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de Psicología Social.
Caso 2: Niños con Autismo
Un informe publicado por el Centro de Terapia Animal de Rosario (2020) documenta cómo la interacción con gatos ayudó a mejorar las habilidades de comunicación en niños con trastorno del espectro autista. Se observó un aumento en la frecuencia del contacto visual, así como mayor interacción verbal durante y después de las sesiones con los gatos.
Referencia: Pérez, M., & Estrada, J. (2020). *Gatos como mediadores terapéuticos en niños con autismo*. Centro de Terapia Animal de Rosario.
Caso 3: Apoyo a Víctimas de Violencia Doméstica
En el refugio 'Casa Refugio Esperanza' en Ciudad de México, se documentó que mujeres que convivieron con gatos durante su recuperación emocional reportaron sentirse más seguras y acompañadas. Algunas incluso mencionaron que los gatos fueron el primer vínculo emocional positivo después de años de abuso.
Referencia: Fundación Mujer y Hogar. (2019). *Informe sobre el uso de animales de compañía en procesos de recuperación emocional*.
Caso 4 : La historia de Óscar, el gato que intuía la muerte
Óscar fue adoptado en 2005 como gato de terapia en el Steere House Nursing and Rehabilitation Center de Providence, Rhode Island (EE. UU.). Se hizo célebre en 2007, cuando un artículo en The New England Journal of Medicine relató cómo visitaba a pacientes con demencia avanzada horas antes de que fallecieran.
Su conducta constituía un patrón repetido: se acercaba únicamente a residentes en sus últimas dos horas de vida, se acurrucaba a su lado y permanecía con ellos hasta el momento final; inmediatamente después, se marchaba en silencio
Estas apariciones ayudaron al personal del centro a contactar con familiares para que pudieran despedirse y estar presentes en los momentos finales
Con el paso del tiempo, se registraron más de 50 participaciones documentadas, y algunas fuentes informan hasta más de 100 predicciones exitosas durante su vida
Óscar falleció el 22 de febrero de 2022, a los 17 años, acompañado por el personal del centro. Hasta entonces había acompañado decenas de ancianos en sus últimas horas.
Respecto a por qué lo hacía, los investigadores barajan explicaciones científicas más plausibles que lo paranormal. Hipótesis frecuentes incluyen:
La detección de compuestos bioquímicos liberados por células moribundas (por ejemplo, diferentes tipos de cetonas) mediante su potente sentido del olfato.
La percepción del silencio o inmovilidad extrema de los pacientes en sus últimas horas, o incluso de patrones de atención en el personal del asilo, que podrían haber sido aprendidos por Óscar como señales de muerte inminente.
Conclusión
La terapia asistida con gatos representa una forma innovadora y efectiva de apoyo emocional, especialmente para personas que no responden bien a terapias más tradicionales o que necesitan una forma de conexión no verbal. La evidencia recopilada en contextos como residencias de ancianos, centros terapéuticos para niños con autismo y refugios para víctimas de violencia demuestra que los gatos pueden actuar como catalizadores del bienestar emocional, ayudando a reducir síntomas de ansiedad, depresión, soledad y retraimiento social.
Además, el vínculo que se forma entre el ser humano y el gato favorece la empatía, la autoexploración y la reconstrucción de la confianza, elementos clave para la recuperación psicológica. Su presencia serena y no invasiva permite que las personas establezcan relaciones afectivas sin sentir presión, lo que resulta particularmente beneficioso en situaciones de vulnerabilidad emocional.
Incluir gatos en programas de terapia asistida no solo es viable, sino deseable, siempre que se asegure el bienestar del animal y se realice bajo supervisión profesional. Esta modalidad terapéutica es una invitación a ampliar nuestra comprensión de cómo los vínculos interespecies pueden transformar positivamente la salud mental humana.