Descubrir que estás embarazada es una experiencia emocionante, pero también puede venir acompañada de muchas preguntas, especialmente si tienes una mascota en casa. Si eres mami de un gato, es normal que te preocupes por cómo afectará tu embarazo a tu relación con tu felino, y viceversa. En este artículo, despejamos mitos y te damos consejos prácticos para convivir de forma segura con tu gato durante el embarazo.
¿Es peligroso tener un gato estando embarazada?
La principal preocupación en torno a los gatos y el embarazo es una enfermedad llamada toxoplasmosis, una infección parasitaria que puede causar problemas graves en el embarazo si se contrae por primera vez durante la gestación. Sin embargo, el riesgo de contagiarse por tu gato doméstico es bajo, especialmente si:
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Tu gato vive exclusivamente en interiores.
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No caza ni come carne cruda.
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Tiene buenas prácticas de higiene y visitas regulares al veterinario.
¿Cómo se transmite la toxoplasmosis?
El parásito se encuentra en las heces de gatos infectados. Puede contagiarse si limpias la caja de arena y luego te tocas la boca sin lavarte bien las manos. También puede adquirirse por contacto con tierra contaminada o por consumir carne cruda o mal cocida.
¿Qué precauciones debo tomar?
No necesitas deshacerte de tu gato. Solo toma algunas medidas preventivas:
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Evita limpiar la caja de arena. Si es posible, pídele a otra persona que se encargue durante el embarazo.
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Si debes hacerlo tú, usa guantes y lávate bien las manos después.
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Limpia la caja a diario. El parásito necesita entre 24 y 48 horas para volverse infeccioso.
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No le des carne cruda a tu gato. Mantenlo con comida seca o húmeda de buena calidad.
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Evita el contacto con gatos callejeros o sus heces.
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Lava bien frutas y verduras y cocina bien la carne que consumes.
Beneficios emocionales de tener a tu gato cerca
No todo es preocupación. Varios estudios han mostrado que las mascotas ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, algo muy valioso durante el embarazo. Tu gato puede seguir siendo un gran compañero si sigues medidas básicas de seguridad.
¿Qué pasa cuando nazca el bebé?
Algunos gatos pueden mostrar celos o ansiedad ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Ayuda a tu gato a adaptarse con estos consejos:
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Anticipa los cambios en casa para que no los asocie directamente con el bebé.
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Permite que huela objetos del bebé antes del nacimiento.
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Dale atención y cariño, para que no se sienta desplazado.
Con tiempo, la mayoría de los gatos se adaptan sin problemas y pueden convivir felizmente con niños.
En resumen
Tener un gato durante el embarazo no representa un peligro si tomas medidas básicas de higiene y prevención. No hay necesidad de alejar a tu michi o buscarle un nuevo hogar. Con amor, cuidados y sentido común, tú, tu bebé y tu gato pueden convivir perfectamente.