Alguna vez te has preguntado ¿cómo puedes entenderlos ?
¡Es muy buena pregunta! 🐾 Entender a los gatos es como aprender un idioma: ellos hablan con su cuerpo, sonidos y rutinas. Aquí te dejo una forma sencilla de interpretarlos:
Resumen rápido (lo esencial)
● Cola erguida y relajada: saludo amistoso / confianza.
● Orejas hacia atrás o pegadas: miedo, estrés o agresividad.
● Pupilas muy dilatadas: excitación, miedo o estrés (contexto importa).
● Purring (ronroneo): generalmente bienestar, pero puede acompañar estrés o dolor.
● Mostrar los colmillos, bufar o dar zarpazos: advertencia clara — aléjate y calma la situación.
Orejas
Ojos y pupilas
● Mirada blanda, párpados entrecerrados → relajación/confianza.
● Mirada fija intensa → posible amenaza o concentración cazadora.
● Pupilas muy dilatadas → baja luz, excitación, miedo o dolor.
● Parpadeo lento hacia ti → señal de confianza (haz lo mismo: parpadeo lento).
Cola
● Erguida, punta doblada o con “gancho” → saludo amistoso.
● Cola hinchada y erguida → miedo y trying to appear bigger.
● Movimientos rápidos o azotados → irritación; si es fuerte, puede terminar en ataque.
● Cola baja y pegada al cuerpo → inseguridad o sumisión.
Bigotes (vibrisas)
● Pegados al rostro → tensión o ansiedad.
● Hacia delante y separados → interés o alerta (modo caza/exploración).
Postura corporal
● Relajada, en “bolita” o estirada → cómodo y seguro.
● Agachado, orejas atrás, cuerpo tenso → listo para huir o atacar.
● Espalda arqueada + pelo erizado → defensa máxima, miedo intenso.
Vocalizaciones (contexto importante)
● Miau corto → saludo o petición (depende del tono).
● Gruñido/bufido/escupir → advertencia: mantener distancia.
● Maullidos largos y persistentes → demanda atención o estrés.
● Ronroneo → generalmente satisfacción; si hay tensión, podría ser autocalmante.
Diferenciar juego de agresión
● Juego: movimientos sueltos, interrupciones, el gato vuelve a ti, no hay bufidos ni orejas aplanadas.
● Agresión: orejas aplanadas, pupilas dilatadas, cola que golpea con fuerza, vocalizaciones de advertencia y mordiscos/zarpazos con intención.
●
Signos de dolor o enfermedad a vigilar
● Cambios de postura persistentes, cojear, evitar contacto, acicalamiento excesivo o nulo, pérdida/apetito o vocalizaciones inusuales.
Si sospechas dolor: consulta con el veterinario.
Cómo actuar según la señal
● Señales de calma (orejas relajadas, parpadeo lento): responde con caricias suaves si el gato lo busca.
● Señales de alerta/irritación (cola que golpea, orejas hacia atrás): detén la interacción y da espacio.
● Señales de miedo/agresión (bufidos, aplanamiento): retírate; no lo persigas, evita movimientos bruscos.
● Si el gato se esconde mucho o cambia su comportamiento, considera revisión veterinaria o revisar el entorno (estresores, cambios).
Trucos útiles para mejorar la comunicación
1. Aprende su “tono” vocal: cada gato usa sonidos diferentes para pedir cosas.
2. Usa el parpadeo lento para mostrar que no eres una amenaza.
3. Ofrece una ruta de escape y lugares altos para que se sienta seguro.
4. Recompensa conductas calmadas con golosinas o juego corto.
😸En resumen: para entenderlos, piensa en un rompecabezas: cada gesto (cola, orejas, ojos, sonidos, postura) es una pieza. Cuando unes todas, sabrás si tu gato está feliz, curioso, molesto, con miedo o con dolor.
El paso de los años no solo nos afecta a nosotros, también a nuestros fieles compañeros felinos. Un gato de más de 10 o 12 años entra en la etapa senior, donde necesita más cuidados, paciencia y cariño. Esta guía combina consejos prácticos con un enfoque cercano para que tu gato disfrute plenamente de su vejez.
Los chequeos veterinarios cada seis meses permiten detectar a tiempo problemas renales, cardíacos o articulares. El especialista también ajustará vacunas y te recomendará la dieta más adecuada. Piensa en estas visitas como un mimo extra para su salud.
Una dieta rica en proteínas de calidad y baja en calorías ayudará a mantener su vitalidad. La comida húmeda y las fuentes de agua pueden ser grandes aliadas, ya que la hidratación es clave en esta etapa.
A tu gato le encantará tener camas suaves y accesibles. Si la movilidad ya no es la misma, unas rampas o escalones serán de gran ayuda para llegar a sus rincones favoritos sin esfuerzo.
El acicalado puede costarle un poco más, así que cepíllalo con suavidad y revisa uñas, ojos y oídos. Es una rutina que, además de cuidarlo, fortalece vuestro vínculo.
Aunque duerma más, tu gato todavía disfruta de juegos suaves y de tu compañía. Un rascador, un juguete con catnip o incluso una sesión de caricias mantendrán activa su mente y su ánimo.
Pequeños cambios pueden ser grandes señales: apetito, peso, sed, hábitos de sueño o aseo. Conocer bien a tu gato te permitirá detectar a tiempo cualquier problema.
Más allá de cuidados médicos o rutinas, lo que más necesita tu gato anciano es sentir tu cariño y tu calma. Acompañarlo con ternura en esta etapa es la mejor manera de agradecerle tantos años de compañía.
Viajar con tu gato no tiene por qué ser estresante si cuentas con el transportín adecuado. Más que un simple accesorio, este elemento es la pieza clave para garantizar la seguridad y el bienestar de tu mascota durante los trayectos, ya sea en coche, tren o avión. En este artículo te contamos cómo elegir el transportín ideal según tu tipo de viaje, la personalidad de tu gato y las normativas de transporte.
Los gatos son animales territoriales y suelen sentirse inseguros fuera de su hogar. Un buen transportín no solo evita fugas o accidentes, sino que también puede convertirse en un espacio seguro donde tu gato se sienta protegido. Además, en muchos medios de transporte, como aviones y trenes, es obligatorio usar un transportín homologado.
Desde la asociación recomendamos el uso de transportines rígidos con puerta metálica, por ser los más seguros y resistentes. Desaconsejamos los modelos de tela, mochila, con puerta de plástico u otros formatos, ya que no garantizan la misma protección ni estabilidad para el gato
Para desplazamientos rápidos, como revisiones veterinarias, los transportines blandos son una excelente opción. Son ligeros, cómodos y fáciles de guardar.
- Ventajas: comodidad y ligereza.
- Desventajas: menor resistencia, no recomendados para gatos muy activos.
💡 Recomendación: Sherpa Deluxe, ideal para gatos pequeños y medianos.
Si vas a hacer un viaje largo en carretera, opta por un transportín rígido, que brinde máxima seguridad y estabilidad.
- Ventajas: protección ante golpes y accidentes.
- Desventajas: más pesados y voluminosos.
💡 Recomendación: Ferplast Atlas 20 Deluxe con apertura superior y frontal.
Para vuelos, es fundamental elegir un modelo homologado por la IATA. Consulta con la aerolínea, ya que algunas exigen transportines blandos para cabina y rígidos para bodega.
💡 Recomendación: Gaun IATA, perfecto para vuelos internacionales.
Si quieres llevar a tu gato a excursiones o paseos, una mochila transportín expansible ofrece comodidad y libertad de movimiento.
💡 Recomendación: Halinfer Expandable Backpack, con zona extensible y buena ventilación.
Para este tipo de trayectos, muchas compañías exigen que la mascota viaje en un transportín cerrado y seguro, generalmente de tipo blando o rígido según la duración del viaje. Es importante verificar las normas de la empresa de transporte antes de viajar.
- Ventajas: fácil transporte en espacios reducidos.
- Desventajas: limitaciones estrictas de tamaño y peso.
💡 Recomendación: Transportín Petseek Extra Large, blando y plegable, perfecto para transporte público.
1. Tamaño adecuado: el gato debe poder ponerse de pie, girar y acostarse cómodamente.
2. Personalidad de tu gato: si es nervioso, mejor un modelo rígido y seguro.
3. Normativa de transporte: verifica que cumpla con los requisitos de aerolíneas y trenes.
4. Facilidad de limpieza: mejor si tiene almohadillas lavables o se desmonta fácilmente.
5. Materiales resistentes: asegúrate de que la puerta y cremalleras sean robustas.
Modelo |
Tipo |
Precio aproximado |
Ideal para |
Sherpa Deluxe |
Blando |
55€ |
Vuelos en cabina y trayectos cortos |
Ferplast Atlas 20 Deluxe |
Rígido |
45€ |
Viajes en coche o gatos escapistas |
Halinfer Expandable Backpack |
Mochila expansible |
50€ |
Excursiones y paseos |
Petseek Extra Large Carrier |
Blando y plegable |
70€ |
Gatos grandes o dos pequeños |
Gaun IATA |
Rígido homologado |
40€ |
Vuelos internacionales |
- Deja el transportín abierto en casa como parte de su entorno habitual.
- Coloca mantas y juguetes con su olor para que lo asocie a algo positivo.
- Practica viajes cortos antes de un trayecto largo.
- Usa feromonas calmantes o consulta al veterinario si tu gato sufre ansiedad extrema.
Elegir el transportín adecuado no solo facilita los viajes, sino que también mejora la experiencia de tu gato, reduciendo su estrés y aumentando su seguridad. Piensa en el tipo de trayectos que realizarás, el carácter de tu mascota y tu presupuesto. Así, podrás seleccionar el transportín perfecto para que ambos disfrutéis de un viaje seguro y tranquilo.
El comportamiento felino es una fuente inagotable de curiosidad para los humanos que conviven con gatos. Entre sus hábitos más llamativos se encuentra el denominado amasado, un gesto en el que el animal presiona alternativamente con sus patas delanteras sobre superficies blandas como mantas, cojines, camas e incluso sobre el regazo de su tutor. Aunque a simple vista pueda parecer un simple movimiento instintivo, lo cierto es que el amasado tiene profundas raíces biológicas y múltiples significados en la conducta felina.
El amasado está estrechamente vinculado con la etapa de lactancia. Los gatitos, al
alimentarse, presionan las glándulas mamarias de su madre con las patas delanteras para estimular el flujo de leche. Esta conducta no solo garantiza su nutrición, sino que también genera una asociación con sensaciones de confort, seguridad y bienestar.
Con el paso a la vida adulta, el gato ya no depende de la leche materna, pero el gesto persiste como un comportamiento residual y reconfortante, comparable a ciertos hábitos humanos vinculados a la infancia (como morderse las uñas o usar un objeto de apego).
Aunque cada gato es único, los especialistas en comportamiento felino coinciden en que el amasado puede responder a diversos motivos:
1. Búsqueda de confort y relajación
El amasado suele aparecer en momentos de tranquilidad: antes de dormir, al recibir
caricias o en lugares seguros. Es una manera de autocalmarse, liberar tensión y reforzar la sensación de bienestar.
2. Marcaje territorial
Las almohadillas de las patas poseen glándulas que liberan feromonas. Al amasar, el gato impregna el objeto o superficie con su olor, enviando un mensaje claro a otros animales: “este lugar me pertenece”. Se trata, por tanto, de un mecanismo de comunicación
silenciosa y altamente eficaz.
3. Instinto de preparación del descanso
En su versión más ancestral, el amasado recuerda al acto de los felinos salvajes al acomodar la vegetación o la tierra antes de descansar. Los gatos domésticos han heredado este instinto y lo reproducen en sofás, mantas o camas mullidas.
4. Expresión de afecto y vínculo social
Cuando el amasado se dirige hacia una persona, el mensaje es inequívoco: el gato se siente seguro y confiado. Para muchos tutores puede ser una experiencia tierna, aunque en ocasiones las uñas afiladas pueden resultar incómodas.
5. Conducta vinculada al celo
En gatas no esterilizadas, el amasado puede presentarse como parte de las conductas de
receptividad sexual, acompañado de vocalizaciones intensas, posturas de lordosis y aumento de la inquietud.
El amasado no debe ser reprimido, ya que forma parte del repertorio natural de conductas felinas. Sin embargo, en caso de que resulte molesto o doloroso, pueden aplicarse algunas estrategias:
· Colocar una manta entre el gato y la persona, para amortiguar las uñas.
· Mantener las garras recortadas con regularidad (o proporcionar rascadores adecuados).
· Redirigir la conducta hacia superficies blandas designadas para el descanso.
En ningún caso se recomienda castigar al gato, pues ello podría generar estrés y afectar al vínculo afectivo.
Diversos estudios en etología felina señalan que la persistencia del amasado en la vida adulta es un marcador positivo del estado emocional del gato. Un felino que amasa demuestra confianza, seguridad en su entorno y capacidad para autorregularse emocionalmente.
El amasado es mucho más que un gesto curioso: es la manifestación de un legado ancestral que combina instinto, comunicación química y expresión emocional.
Comprenderlo permite a los tutores interpretar mejor el lenguaje de sus gatos, fortalecer el vínculo afectivo y garantizar un entorno que respete su naturaleza.
En definitiva, cuando un gato amasa está expresando una parte íntima de su identidad: la memoria de su infancia, la necesidad de sentirse seguro y la manera más pura de decir que se encuentra a gusto.
Ver michi amasando. El protagonista es nuestro príncipe azabache Zeus