A continuación se presenta un artículo completo que aborda qué son las colonias felinas y el método CER, su importancia, el origen de estas colonias, la responsabilidad legal en su cuidado, los beneficios que aporta y los pasos para convertirse en alimentadora.
¿Qué son las colonias felinas y en qué consiste el método CER?
Las colonias felinas son grupos de gatos que viven en libertad en espacios urbanos o rurales, organizándose en torno a puntos de alimento y refugio. Estos gatos, que en muchos casos provienen del abandono o de la reproducción sin control, no suelen estar sociabilizados y requieren una gestión específica para asegurar su bienestar y evitar problemas de salud pública.
El método CER (Captura, Esterilización y Retorno) es la estrategia ética y científicamente avalada para controlar la población de estas colonias. Consiste en capturar a los gatos de la colonia de manera no lesiva, esterilizarlos (lo que impide su reproducción descontrolada) y devolverlos a su lugar de origen para que continúen viviendo en su territorio familiar, con un marcado control sanitario y de identificación.
¿Por qué existen las colonias felinas?
El crecimiento de las colonias se debe a varios factores:
- Abandono y reproducción incontrolada: Muchos gatos son abandonados o se reproducen sin que se aplique un control sanitario.
- Convivencia histórica con el ser humano: Los gatos han vivido junto a las comunidades desde hace milenios y, en entornos urbanos, encuentran alimento en restos o en aportaciones voluntarias, lo que fomenta su agrupación
- Cambios en el entorno: La transformación de espacios naturales en áreas urbanas concentra recursos en puntos específicos, haciendo que los gatos se agrupen donde puedan obtener alimento.
¿Quién está obligado por la ley a cuidar a los gatos comunitarios?
La Ley 7/2023, de 28 de marzo, entre otras normativas recientes, establece que la gestión de los gatos comunitarios es competencia de las administraciones locales. Esto implica que los ayuntamientos deben desarrollar programas de gestión de colonias felinas, incluyendo el registro, control sanitario y campañas de formación e información para los cuidadores.
Además, las entidades colaboradoras y las asociaciones de protección animal, junto con los voluntarios y alimentadores, juegan un papel fundamental en la atención diaria de estas colonias, actuando de acuerdo con protocolos de bienestar y bajo la supervisión de profesionales veterinarios.
Beneficios de una gestión integral y del método CER
La aplicación del método CER y la gestión adecuada de las colonias felinas aportan múltiples beneficios:
- Para los animales:
- Reducción de la sobrepoblación y de los conflictos entre gatos (menos peleas y maullidos).
- Mejora en la salud gracias a una alimentación controlada y a la atención veterinaria preventiva.
- Disminución del estrés en las hembras, que ya no pasan por ciclos reproductivos continuos.
- Para la comunidad:
- Desaparición de molestias vecinales relacionadas con olores y ruidos.
- Reducción de riesgos sanitarios y de la proliferación de plagas, al evitar la acumulación descontrolada de restos de comida.
- Fomento de una convivencia más respetuosa y responsable entre el ser humano y los animales.
¿Cómo puedo ser alimentadora felina?
Si deseas involucrarte en la protección y cuidado de estas colonias, los pasos habituales para convertirte en alimentadora felina son:
1. Informarte y formarte:
- Acude a cursos de formación organizados por el ayuntamiento o asociaciones de protección animal. Estas sesiones te enseñarán las buenas prácticas en la gestión de colonias y el uso correcto del método CER.
2. Obtener la acreditación:
- Tras la formación, se expide un carnet o acreditación que te identifica como cuidadora autorizada. Este documento te permite actuar de forma oficial y es requisito para acceder a los puntos de alimentación designados.
3. Registrarte en el programa municipal:
- Consulta en la web de tu ayuntamiento o en centros de bienestar animal locales para inscribirte en el registro de cuidadores de colonias felinas. Muchas ciudades ya cuentan con protocolos y bases de datos para gestionar estas labores.
4. Colaborar activamente:
- Una vez acreditada, tu función incluirá aportar alimento de calidad (generalmente pienso seco, complementado en situaciones especiales), supervisar la limpieza de la zona y colaborar con los veterinarios y coordinadores en el control sanitario y censo de la colonia.
Conclusión
La gestión ética de las colonias felinas mediante el método CER no solo protege la salud y el bienestar de los gatos, sino que también mejora la convivencia urbana y reduce problemas sanitarios. La responsabilidad recae en los ayuntamientos, que deben colaborar con asociaciones y voluntarios. Convertirse en alimentadora felina es una forma activa de contribuir a esta causa, ofreciendo apoyo a estos animales y ayudando a mantener un equilibrio en nuestros entornos urbanos.